Este producto es un auténtico bálsamo para el estómago y la sensación de tomarlo es como bañarse en una cascada en un día caluroso. Se trata de una infusión de flores jamaica, cúrcuma y miel de caña, todos cultivados en San Carlos, en una finca certificada orgánica. El producto se procesa fresco y se deja fermentar en botella, para que entren las levaduras salvajes a trabajar. El resultado es una bebida ligeramente gaseosa, con un sabor suave, refrescante y llena de vida.